CARCINOMA BASOCELULAR, ESPINOCELULAR Y MELANOMA

Según la Asociación contra el Cáncer, en los últimos 4 años el cáncer de piel ha aumentado un 40%, y supone un 8% del total de tumores diagnosticados.

La Academia Española de Dermatología estima que el melanoma, el más agresivo y con peor pronóstico de los cánceres de piel, será en 2040 el segundo tumor en incidencia global.

Si el tumor se detecta en fases tempranas, se puede curar al 100%; pero son muy importantes las revisiones periódicas.

El melanoma es el más peligroso por su capacidad de propagarse y producir metástasis, de ahí la importancia de la detección precoz.

La aparición de pequeñas protuberancias en áreas expuestas al sol (cara, cuello y manos), la presencia de una llaga que no cicatrice, un parche rojo o una cicatriz, pueden ser signos iniciales.

La autoexploración para poder detectar los primeros síntomas es imprescindible para pedir con rapidez el consejo y diagnóstico del especialista.

Las quemaduras solares durante la infancia y la adolescencia, y las personas asiduas a cabinas ultravioleta; tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar, en etapas futuras, el cáncer de piel.

El nivel de intensidad del color de la piel, el pelo y los ojos dan mayor capacidad para defenderse de la radiación ultravioleta, siendo las personas pelirrojas las que más riesgo pueden tener, seguidas de las de piel más clara.

Los pacientes que han sufrido melanoma son más propensos a volver a padecer otro, y también sus familiares directos.

El dermatólogo hará un diagnóstico para saber si se trata de un carcinoma basocelular, espinocelular o melanoma. 


El Dr. Martínez nos recomienda:
- Evitar quemaduras solares utilizando fotoprotectores solares.
- No hacer uso de cabinas bronceadoras.
- Utilizar sombreros y gafas mientras estemos expuestos a las radiaciones solares.
- Extremo cuidado con los niños de 0 a 6 meses, nunca deben estar expuestos al sol.
- Importancia de la autoexploración, para acudir al dermatólogo y obtener el diagnóstico.